Más allá del azar En los juegos de azar, como en muchas áreas de la vida, hay quienes apuestan y hay quienes planifican. Hay quienes reaccionan y quienes orquestan. Esta diferencia —sutil pero poderosa— define la distancia entre un jugador común y un estratega. Un estratega no elimina el azar, pero lo enmarca. No controla el resultado, pero sí cómo llega hasta él. Y en ese camino, combina algo que parece contradictorio: precisión analítica y conexión emocional. Cálculo y humanidad. El mito del jugador frío Existe la creencia de que los grandes jugadores son máquinas sin emoción. Que sólo gana …
Jugar como un estratega: el arte de calcular sin perder humanidad
